Entradas

Sueño que sueño que estoy soñando.

Imagen
Anoche soñé que soñaba. Y dentro de ese sueño, abrí los ojos y no estaba en la autocaravana. El suelo era frío, olía a hierro y a barro húmedo. Escuché ladridos, muchos, de esos que rebotan contra las paredes. Reconocí el sitio enseguida. La perrera. Pero algo era distinto. La luz entraba más suave, el aire pesaba menos. Y entre las jaulas vi a un perro joven, con una oreja recta y otra caída hacia delante y una mirada que todavía no sabía en qué confiar. Era yo. Me acerqué despacio. El joven Jack gruñó un poco, desconfiado, como si estuviera viendo un fantasma. —¿Quién eres? —me preguntó. —Soy tú, con algunos cuantos años más —le respondí. Se quedó mirándome con esa mezcla de miedo y curiosidad que sólo tienen los perros jóvenes. —¿Y cómo nos ha ido? —dijo. —Brutal —contesté—. Y tan rápido que apenas da tiempo de darse cuenta de todo lo vivido. Él olfateó el aire, dio un par de vueltas y me sonrió. —¿Vamos a correr? —¡Cómo no! —le dije—. Corramos una vez más. Salimos al campo. No sé d...

El perro, el hombre y la luna.

Imagen
La semana pasada comenzaron las bonanzas , lo que en lenguaje canario debe significar época de clima perfecto : templado, sin viento, con poca humedad y con el mar tan plano como una balsa de aceite. Este fenómeno ocurre cuando los vientos alisios desaparecen durante unas semanas, como si fueran a echarse una siesta para recargar fuerzas para la nueva temporada. Para el visitante espontáneo podría parecer simplemente eso, buen tiempo, sin más. Para los locales es un suceso conocido, casi sagrado, esperado y guardado con celo. Casualidad o no, Ferrari aprovechó para desaparecer unos días, supongo que para salir de caza, y yo me quedé con Belkor cuidando de Milfred. La vida con Belkor es tranquila pero a su vez tiene ciertas normas que con Ferrari no existen. Bueno, digamos que tiene normas, a secas. Belkor dice que Ferrari y yo somos como los dos colegas de películas como Resacón en Las Vegas o Dos colgaos muy fumaos . Cuando es Belkor la que se ausenta de casa los horarios y las norma...

Calimero

Imagen
 ¿Sabes? Si volviera a nacer quizá pediría ser un camello con dos prominentes jorobas en las que llevar mis reservas de alimentos a la espalda. Sería como llevar el atillo de vagabundo, pero sin necesidad de sujetar el palo. Quien dice camello, dice dromedario. El número de jorobas no debería ser determinante para la hazaña, salvo para aquel despistado técnico de marketing de esa famosa marca de tabaco de cajetilla amarilla cuyo nombre real no desvelaré, pero que según mi entrenado ojo detectivesco debería llamarse Dromel . Sí, un gran camélido. Recorrer la arena del desierto en largas rutas y dado el caso, incluso participar en carreras. He participado en varias carreras, pero nunca he estado en el desierto y, mirando el reloj, dudo que nunca vaya a estarlo. Pero, ¿sabes? la semana pasada no estuve en el Sáhara, pero el Sáhara vino a mi. La calima es un polvo muy fino que viene desde ese desierto que tengo a tan sólo 300km. El viento lo arrastra y, de repente, el aire se vuelve tu...

Ritondo y yo

Imagen
Hoy he sentido el frío por primera vez en varios meses. No un frío de esos que te calan dentro y ya no remontas el resto del día, a no ser que te echen una manta encima y te pongan la calefacción delante, casi tocando los bigotes, pero aun así suficiente para estremecerme y recordar viejos fantasmas. Ha amanecido un día sereno , que suele decirse como eufemismo de eso, frío. Cuando la temperatura ambiente baja de 24 grados, mi cuerpo se activa y me pongo a dar paseos por casa, como el anciano senil e insomne que no soy. Hemos madrugado, me han puesto el desayuno buffet junto a mi pastillero diario, como al anciano senil e hipermedicado que no soy, y he echado la primera de mis siestas diarias. Me encanta dormir la mona. Antes era uno de mis tantos hobbies, ahora es mi favorito. Cuando me despierto de un sueño corto tengo la batería a tope y necesito quemar energía en la calle. Tengo mis trucos para conseguir mi cometido: me hago el encontradizo en lugares de paso en casa, varias veces,...

El suelo es moqueta

Imagen
Estamos terminando agosto, el mes de las vacaciones de verano por excelencia. El sol ha golpeado con fuerza y hemos pasado varias semanas en los que el punto de fusión de mi hocico se acercaba peligrosamente, pero la temperatura empieza a moderarse por fin. Llevamos ya seis meses del viaje de Jack, o sea, de mi viaje. No es por ser egocéntrico, pero es así. Medio año y aquí sigo dando guerra, que se dice fácil. Mi última operación ya no es más que un vago recuerdo en blanco y negro, mientras la enorme cicatriz de mi dorso comienza a esconderse entre el incipiente pelo, como lo haría una civilización abandonada en la selva mientras la vegetación recupera el sitio que le fue robado, en lo que parece una eternidad, pero que realmente representa sólo un lapso de tiempo. Ferrari ha estado ocupado poniendo a Milfred a punto para su examen mecánico anual, el cual, como no podía ser de otra forma, ha aprobado con honores, y Belkor ha vendido las últimas dosis de humo necesarias para pagar las ...

Una raya más al tigre

Imagen
Hace unos meses os hablé de Milfred, cuando todavía hacía poco que la habíamos adquirido. Fue todo muy rápido, nos hicimos con ella, conocedores de sus taras, unos pocos arreglos y nos echamos a la carretera, sabiendo que había aún mucho trabajo en el camino. Ya os conté cómo renovamos la nevera, como nos enfrentamos a reparaciones y goteras varias, incluso alguna avería en carretera, pero la gran Milfred es fiable como pocas, un caballo de trabajo. Milfred es vieja y como tal necesita cuidados, sé de lo que hablo. El último susto nos lo dio la semana pasada, otra vez un rodamiento, esta vez en su pata derecha, colapsó y necesitó ayuda quirúrgica. En el transcurso de la opera reparación observaron que los frenos delanteros, anteriormente sustituidos, lo habían sido de manera negligente, por lo que necesitaba una nueva intervención. Tras este arreglo únicamente requeriría un chequeo de su sistema trasero y en la transmisión y estaría lista para rodar otra vez. Han sido tiempos duros pa...

Yo, Jack. Tú, Belkor.

Imagen
Hace ya un par de semanas que llevamos a cabo nuestra misión a la luna y la euforia aún flota en el ambiente, como en trazas suspendidas. No es para menos, el hito fue histórico y supuso el colofón a casi un año de lucha que por momentos nos tuvo contra las cuerdas. Pero el viaje de Jack continúa, y la lucha también. Ayer, durante una de mis múltiples siestas diarias, recordé una escena de película que seguro reconoces: Yo, Tarzán. Tú, Jane . Y en ese instante tuve un déjà vu . Jamás podría haber explicado mejor cómo fueron nuestros primeros momentos. Hoy os hablaré de ella. Llegó a mi vida una mañana de verano, hace ya trece años. Los primeros momentos fueron algo confusos, como dos seres de mundos distintos que se ven por primera vez desde su jaula y solo se atreven a alzar la mano para tocar el cristal que los separa. Ella no hablaba perro y mis esfuerzos por entablar relación eran en vano. Como Tarzán y Jane, la comunicación se antojaba poco menos que imposible. Era huidiza y, a ve...